Wednesday, December 22, 2010

Como hipster de fe

Sandra Arau Esquivel (@MProHueva)

Narcisismo elevado ya a la fase delirante, que es la megalomanía, es la enfermedad mental que padece Diego Fernández de Cevallos.
Nadie que ha sido secuestrado en las mismas condiciones que Diego puede, después del stress traumático, salir a manejar su Mercedes Benz plateado presumiendo independencia y chingonería. Nadie.
Es demasiado burdo para ser creíble. Que aparezca el Padre Chinchachoma versión hipster usando unos tenis vintage Panam, perdonando vidas y presumiendo una falsa generosidad es verdaderamente vomitivo. Es una farsa.
"Por lo que se refiere a los secuestradores, por supuesto que como hombre de fe ya perdoné. Y como ciudadano creo que las autoridades tienen una tarea pendiente. Pero sin abuso, sin atropello, sin flagelaciones". Dijo Diego.
Entiendo que es un enfermo mental, pero yo quisiera aclarar un par de cosas acerca del perdón.
"El perdón es una decisión, una actitud, y una forma de vida. El perdón es la elección de ver la luz de la lámpara y no la pantalla". -- G. Jampolsky
Yo no creo que hayas perdonado nada Diego. En primera porque no tienes nada que perdonar. Yo no creo en la fecha de tu liberación. A ti te liberaron hace unas semanas, José Cárdenas te balconeó. Y te estuviste reponiendo y aprendiendo párrafos del Quijote para salir a hacer un show perfectamente armado y capitalizable para la mafia con la que trabajas. Y las personas que te tuvieron en cautiverio durante siete meses, a claras luces te tuvieron muy bien cuidado, así que debes de estimarlos bastante ¿de qué los vas a perdonar?
Dices que los perdonas porque eres un hombre de fe. Uno no perdona por fe, perdona por convicción, porque en verdad está dispuesto a darse cuenta de las acciones que empujaron a determinadas personas a actuar de cierta manera. Para perdonar tendrías que estar de acuerdo con su forma de vida y con las motivaciones que los llevaron a tomar esa acción.
Uno de los pasos para perdonar es entender las motivaciones de la otra persona, ponerse en su lugar. Tú ni siquiera estabas dispuesto a la hora que te estaban entrevistando tras tu "liberación" a perdonar a los reporteros que estaban atrás de ti hablando, en un obvio intento de acercarse a ti para hacer su trabajo. Tu cara de recriminación, de odio, de juicio hacia ellos fue bastante notoria en ese mismo momento. Ya parece que una persona que ha perdonado, que es tan noble, que ha sobrevivido y perdonado un secuestro, no va a poder perdonar a un reportero que está hablando detrás de él.
La mirada que tenías no era la de un santo generoso dispuesto a perdonar, era la que siempre te acompaña, la del Jefe Diego, el cómplice de la mafia, el cómplice de todos los crímenes que tu sí has cometido. Así que a otro perro con ese hueso Diego.
A ver quién te perdona ahora a ti. Porque yo sé de mucha gente que en verdad estaba preocupada por ti. Gente ignorante de los muchos daños que le has hecho a mi país. Pero ya que estoy hablando con un místico, podrías empezar por preguntarte: el día que tu farsa salga a la luz, a ti ¿quién te va a perdonar?
Y toma tus pinches tenis:

Sandra Arau Esquivel

1 comment:

Eleutheria Lekona said...

Bueno, sí, el timo del año. Creo que esto supera a Wikileaks.