Friday, June 03, 2011

AMLO de nuevo



Rosaura Barahona/ Grupo Reforma


Mi último artículo provocó diversas reacciones. Hubo agradecidos y hubo furiosos. Algunos me explicaron por qué lo de Repsol y lo de Mouriño, según ellos, es falso. Otros me acusaron de perredista (no lo soy, pero serlo es una opción legal y válida). Sofía Corona, una egresada del Tec, tras acusarme de comunista, me dijo que ¡el 90 por ciento de los 40 millones de nuestros NA lo son porque quieren serlo, se lo merecen y ella no tiene por qué aguantar sus envidias ni sus robos! Varios me dijeron qué debería haber escrito.

Las páginas de opinión permiten al lector ver perspectivas, ideologías, posiciones vitales y estilos diferentes. Escribir exige responsabilizarse por lo firmado. Los lectores tienen derecho a criticarme, pero no a decirme qué debo pensar, creer ni escribir.

Por otro lado, advertí que el tema no era AMLO ni sus argumentos. La mayoría lo entendió, pero los antiamlistas enfurecieron. Lo critican sin clemencia y no le reconocen un solo mérito. Hacen mal. AMLO es importante y deben aceptarlo. Si no lo fuera, los medios no se ocuparían de él.

Si hacemos una analogía con el box, en el round anterior AMLO estaba en la lona, pero la campana de Mouriño lo salvó y fortaleció. Sobrevivirá a la asquerosa elección interna y seguirá adelante. Guste o disguste a sus detractores.

Es difícil descalificar su figura en nuestra política. AMLO (por las razones que sea) es clave para la vida actual y futura del País. Si alguien no acepta eso (lo cual no significa aceptarlo a él), está en su derecho, pero también está evadiendo la realidad. AMLO está vivito y coleando y, si el gobierno de Calderón continúa actuando como hasta hoy, el rayito de esperanza llegará con mucha fuerza al 12.

No es éste un aplauso para AMLO. Trato de señalar que juzgarlo negativamente y criticarlo de manera sistemática, sin reconocer su importancia, debilita a sus detractores. Si buscan neutralizarlo, convendría que pusieran atención a su discurso y a sus estrategias; los juicios rabiosos y viscerales no permiten pensar con claridad.

Quienes lo odian se regocijarían si desapareciera sin dejar rastro, pero no sucederá. Sueñan con lo afortunado que sería el País si AMLO sufriera "un accidente". Cuántos aplaudirían su ausencia inesperada, a pesar de ser cristianos y estar en contra del asesinato... (¿a menos que sea justificable?)

Tampoco se le neutralizará yendo a Suiza, a las Caimán o a China a buscar sus transferencias bancarias porque no tiene ninguna. Si las tuviera, ya las habrían descubierto. So pretexto de impedir el lavado de dinero, las instituciones bancarias internacionales reportan cualquier cosa que parezca sospechosa. El zar antidrogas de un país muy poderoso localiza cualquier cuenta bancaria, abierta por cualquier persona, en cualquier parte del mundo. ¿Usted cree que no le han rascado por ahí? Lo han hecho, pero no hay nada.

Por eso es tan fuerte y no se cansa de repetir que tiene autoridad moral. Se ríe porque, a diferencia de la mayoría de nuestros políticos, no lo pueden acusar de ladrón.

No es esto, como algunos interpretarán, una defensa de AMLO. Él se defiende y se hunde solito. En lo personal, estoy en desacuerdo con mucho de lo vinculado a él y con él mismo, pero eso no me ciega. Reconozco su habilidad para manejar a las masas y para obligar al gobierno, a menudo, a actuar en función de lo que él decide, lo cual consolida su fuerza política y moral.

Sin embargo, lo que más me molesta es que siga tratando a sus seguidores como seres inmaduros. Será mi deformación profesional (maestra), pero sé que sólo cuando dejamos a las personas tomar sus propias decisiones y aprender de sus errores, maduran. AMLO regaña a sus seguidores y compañeros de partido, les dice por dónde irse, qué pensar y cómo actuar.

Otro error inexplicable es el maniqueísmo con el que divide a México en dos. Por un lado, los malos: empresarios y políticos; por otro, los buenos: marginados y pobres.

Y así puedo seguir elaborando mi lista. No voté por él y no sé si llegaré a las elecciones del 12, pero no puedo decir ahora si entonces votaría o no por él. Todo cambia. Habrá que ver cómo y hacia dónde cambian el País, AMLO y nosotros.


rosaurabster@gmail.com
 

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