Tuesday, February 19, 2013

Haciendo Camino en Monterrey


Haciendo Camino
La forma más sencilla de concretar los sueños
desde Monterrey, Nuevo León, ciudad capital en el noreste del país
Como todos los miércoles, un programa donde la poesía tomó carta de naturalización
y la música surca los espacios virtuales para llegar a ti.
Naturalmente por
WWW.SOMOSUNORADIO.ORG

    En la música:   Jaramar y sus Crónicas de Altamar, Radaid de Guanatos,  Ensamble Galileo y máxxx
   

Producción: René Zúñiga

Monday, February 18, 2013

La torre en yedra



Marina Tsvietáieva

Hace unos días, al abrir una de las Elegías de Rilke, leí: “Dedicada a la princesa Thurn-ind-Taxis.” ¿Thurn und Taxis? ¡Algo conocido! Pero aquelloera: Tour. ¡Ah, ya sé: la torre en yedra!
– Russenkinder, ihr habt Besuch! (“¡Rusitas, tienen visita!”) Era la fogonera María, que había entrado corriendo en la clase vacía, donde nosotras, mi hermana Asia y yo, las únicas internas aún en el internado, volvíamos con indiferencia las hojas de nuestras crestomatías en espera del día siguiente, día de Pascua, que no prometía nada.
– Un señor – continúa María.
–¿Cómo es?
– Como todos. Un verdadero señor.
–¿Joven o viejo?
– Ya le dije: como todos. Ni joven ni viejo, como debe ser. Vayan cuanto antes, pero Fräulein Assia, quítese el pelo de la frente, o no se le ven los ojos, como a los perros ratoneros.
“La habitación verde”, la reservada, la de la directora, era también la sala de recepción. A nuestro encuentro, desde el sillón verde –un conocido, irreconocible, siempre sin saco y ahora con un gran cuello postizo, siempre con una bandeja de cerveza en las manos y ahora con sombrero y bastón, tan absurdo al lado de la directora, sobre el fondo de esas cortinas verdes –el propietario del “Ángel”,Engelswirth, dueño de nuestro maravilloso albergue rural, padre de nuestros amigos de verano Karl y Marile.
– El señor Meyer es tan amable que las invita mañana a pasar todo el día en su casa, con su familia. Vendrá a recogerlas a las seis y media de la mañana y las traerá de regreso por la tarde, a esa misma hora. Si el clima es favorable. Ya he otorgado mi permiso. Den las gracias al señor Meyer.
Pasmadas por la felicidad y lo sagrado del lugar, tímidamente, – yo, por alguna razón, con voz de bajo, y Asia con un chillidito – damos las gracias. Silencio. Herr Meyer, no menos abrumado por lo sagrado del lugar, y quizá asfixiado por el impropio cuello, se mira los pies, realmente irreconocibles en los nuevos zapatos.

Respuesta a un cuestionario



Marina Ivánovna Tsvietáieva
Nacida el 26 de septiembre de 1892 en Moscú
Noble
Mi padre era hijo de un sacerdote de la provincia de Vladímir, especialista en literatura europea; doctor honoris causa de la Universidad de Bolonia; profesor de historia del arte, primero en la Universidad de Kiev y después en la de Moscú; director del Museo Rumiántsev; fundador, inspirador y coleccionista particular del primer museo de las bellas artes de Rusia. Héroe del trabajo. Murió en Moscú en 1913, poco después de la inauguración del Museo. Legó su patrimonio (escaso, porque era generoso) a la escuela de Talitsi (su aldea natal, en la provincia de Vladímir). Su biblioteca, enorme, reunida gracias a su trabajo y con grandes dificultades, la legó toda, sin exceptuar un solo libro, al Museo Rumiántsev.
Mi madre era una polaca de sangre azul, discípula de Rubinstein, dotada de un raro talento musical. Murió prematuramente. La poesía me viene de ella. También donó la biblioteca (la suya y la del abuelo) al Museo. De este modo, de nosotros los Tsvietáiev, Moscú ha recibido tres bibliotecas. Yo también donaría la mía, si no hubiese tenido que venderla durante los años de la Revolución.
Mi primera infancia – transcurrió en Moscú y en Tarusa (nido de una secta cristiana de flagelantes en el Oká); de los diez a los trece años (muerte de mi madre) – viví en el extranjero; hasta los diecisiete, nuevamente – Moscú. Nunca en una aldea rusa.
Influencias principales – por el lado materno: la música, la naturaleza, la poesía, Alemania. La pasión por el judaísmo. Uno contra todos. Heroica.
Algo más oculta pero no menos fuerte fue la influencia de mi padre: la pasión por el trabajo, la ausencia de arribismo, la sencillez, la renuncia. La influencia conjunta de mi padre y de mi madre – mi carácter espartano. Dos leitmotivs en una sola casa: la música y el Museo. El aire en casa no era burgués ni intelectual, era – caballeresco. La vida se entendía de manera sublime.

La Jornada: San Zeta

La Jornada: San Zeta


Óscar Zeta Acosta debe haber muerto en 1974, a los 39 años, pero a nadie le consta. Nunca hubo cadáver. Salió un día de Mazatlán en barco con destino a California, en no muy recomendables compañías, y nunca llegó a ninguna parte. En 1977, Rolling Stonerecibió una cuenta de hospital a su nombre por un brazo roto en Miami, pero la pista terminaba en el registro del propio hospital. Su hijo Marco Federico Manuel Acosta, un muchachillo en junio de 1974, fue su último conocido que habló con él antes de embarcar. Con los años, Marco sería el responsable de la difusión de su obra.


Wednesday, February 13, 2013

Haciendo Camino, una forma de concretar los sueños

 La realidad sufre una transformación para llevarnos a los rincones de México y la Patria Grande y tener exponentes musicales de gran valía. También poesía y la música de quienes revisten de talento y colorean los rincones de la patria. Naturalmente en Somosuno Radio, la radio ciudadana que puedes sintonizar en el cuadrante virtual: 
www.somosunoradio.org 
Claro, los miércoles en punto de las 7 de la tarde-noche.
Tutela del proyecto:   Comunicadores Ciudadanos del Noreste, A.C.


 En la música:  En la música: Lila Downs, Alex Alvear, Raly Barrionuevo, Armando Rosas; Silvio Rodríguez. Poesía: Renexio.


Conducción: Alma Ramirez




 Producción: René Zúñiga -Renexio-



Friday, February 08, 2013

La banalización, epidemia de la modernidad




Xabier F. Coronado


La diferencia entre la inteligencia y la estupidez reside en el manejo del adjetivo, cuyo uso no diversificado constituye la banalidad.
E. M. Cioran, Breviario de podredumbre
Vivimos tiempos en los que todo se difunde de manera global. En esta época, cualquier evento se divulga por el planeta en unos segundos y prácticamente la totalidad de las personas podemos llegar a conocerlo. Esto sucede gracias a la red digital que nos envuelve y en la que, de alguna forma, estamos atrapados. Todo se replica de modo superficial en un oleaje continuo de titulares ambiguos o tendenciosos. Quienes se interesan en ir más allá de la frase de reclamo se encuentran con que la letra pequeña apenas profundiza y muchas veces es incoherente o falaz.
Gran parte de la información se plantea con un enfoque banal, manipulador y viciado de origen. La banalidad se impone tanto en asuntos de entretenimiento como en temas considerados más trascendentes: política, educación, arte y otras manifestaciones de la cultura. El efecto final es que la banalización se extiende como una epidemia que contamina y todos, queramos o no, tenemos que sobrevivir en ese miasma de trivialidad que se respira.
Lo banal, vano y venal
No hay nada más terrible, insultante y deprimente que la banalidad.
A. P. Chéjov
No hay referencia en los diccionarios etimológicos a que “banal” tenga raíces en “vano” (del lat. vanus), aunque en sus significados se podrían equiparar: lo vano está falto de sustancia o entidad; y banal es un adjetivo de origen francés (banal, que procede de ban, bando público), definido como trivial, común e insustancial. “Banalidad” es lo que tiene cualidad de banal, y “banalización” es la acción y efecto de banalizar, es decir, el resultado de tratar algo de manera trivial.
En momentos determinados, la banalidad puede cumplir una función de entretenimiento saludable, para distraernos o relajarnos. Algo diferente sucede cuando lo banal invade otros espacios de forma indiscriminada. Cioran ve una faceta positiva en lo banal cuando afirma que “a menudo es de una banalidad, y no de una paradoja, de donde surge una revelación” (Del inconveniente de haber nacido, 1973), pero resulta difícil descubrirla cuando los síntomas de la banalización se manifiestan en muchas expresiones de la vida pública y privada.
Actualmente, la banalización domina nuestro entorno y convivimos en el paisaje banal de la apariencia; el mundo cultural, político, económico y social están sujetos a un mismo canon doloso que permite justificar cualquier cosa. En la era de la banalización todo es venal, en su doble acepción de vendible y sobornable. La banalidad se vende como marca de moda en los medios de comunicación masivos que, al mismo tiempo, imponen una seudo cultura a base de insistencia y publicidad. Sólo hay competencia entre quienes aceptan sus reglas; se elimina o se niega cualquier voz disonante. La banalización fomenta el consumo y lo liga descaradamente a la felicidad. “Tanto ganas/ tanto compras/ tanto tienes/ tanto vales”, es el estribillo de la canción del éxito; el coro de la banalidad está dirigido por la todopoderosa economía neoliberal, que mercantilizó la cultura para convertirla en industria del entretenimiento.
Como ejemplo tenemos lo que pasa en México: en este país pareciera que sólo existe lo que programa el duopolio televisivo, única vía de información y esparcimiento para la mayoría de la población, y modelo de vida para la sociedad. Así es como se manipulan conciencias y preferencias.

Thursday, February 07, 2013

“¿Qué le hicieron a mi niña?”



Irene
Irene
XALAPA, Ver. (apro).- El día en que mataron de seis balazos a su hija Irene Méndez, el Diario de una madre mutilada comenzó a escribirse en una libreta negra de pasta dura.
La obra poético-literaria se fraguó de manera ininterrumpida durante 29 días. Las únicas pausas y espacios para la escritura fueron las lágrimas y el desasosiego de los recuerdos.
Mientras Irene Méndez era velada por familiares y amigos, en un rincón Esther Hernández Palacios, su madre, no cesaba de repetir: “¿Qué le hicieron a mi niña?”. En momentos en que eso ocurría, Fouad Hakim, el esposo de Irene, aparecía sin vida en un muladar, con el cuello cercenado. La autopsia reveló que lo dejaron desangrarse.
El 8 de junio de 2010 se convirtió en un parteaguas para la sociedad de esta capital veracruzana, que a lo lejos y de forma dispersa escuchaba de balaceras, ejecutados, cercenados, “levantones” y enfrentamientos en el norte del estado –que hace frontera con Tamaulipas–, en los Tuxtlas y en el sur, pero nunca aquí. La noticia de la ejecución de la pareja sacudió a Xalapa.



Huitzitzilin, unidos por la cultura
Aideé Balderas Medina DGCP-CONACULTA
Mi región está completa de belleza y tradición.
Aquí todo se respeta no nos gusta la traición
por eso es que mi Huasteca no tiene comparación.
El municipio de Tepetzintla, Veracruz, está ubicado al norte del estado y forma parte de la Huasteca veracruzana. Sus habitantes, como muchos otros de la región, cuentan con pocas ofertas culturales. Frente a este escenario poco alentador surge el grupo Huitzitzilin. Unidos por la Cultura.
Huitzitzilin (palabra en idioma náhuatl que en español significa chupa rosa o colibrí) se forma en el año 2000 con un grupo de amigos que desea ofrecer actividades culturales a los vecinos de Tepetzintla y de las localidades más cercanas. Con el paso del tiempo, el entusiasmo, el trabajo y las necesidades se han incrementado, por tal motivo el grupo decide constituirse como asociación civil. La capitana del barco es doña Antonia Vera Baltazar, quien navega las intempestivas aguas de la cotidianidad y junto con un grupo de apasionados voluntarios, busca crear alternativas reales desde la comunidad y para la comunidad.
Uno de los ejes rectores de este grupo es fortalecer la identidad de sus habitantes en torno a lo huasteco. Para lograrlo tienen diferentes frentes de acción, entre ellos destacan los talleres de huapango, danza de la Malinche, bordado, clases de náhuatl, la Fiesta Huasteca, el encuentro de niños y jóvenes huapangueros conocido como Chiquihuapangueada, la misa huasteca y la fiesta de los elotes.
Todos los fines de semana los jardines de la casa de doña Antonia se llenan de música y más de 30 niños vuelan como mariposas a ritmo de huapango. Los maestros de vocalización, violín, jarana y guitarra quinta huapanguera son don Fernando Méndez, Julián Cuervo, Yuyultzin Pérez, Luis Miguel y Daniel Santiago. Ellos ofrecen con mucha dedicación su tiempo y su conocimiento sin recibir remuneración económica. De hecho ningún integrante del grupo recibe retribución monetaria alguna.

FOTO: Archivo
Los gastos del grupo son solventados con la venta de artesanías, donaciones voluntarias, rifas y apoyos de alguna fundación o institución pública como el Instituto Veracruzano de la Cultura, entre otras. Como resultado de estos talleres de música se han formado algunos tríos de jóvenes y señoritas, entre los que destacan Los Cantores del Son y Son de Luna Nueva. El éxito de los talleres ha sido tal que Huitziztilin atiende a niños no solamente del municipio de Tepetzintla sino también del de Tantoyuca.
Para mostrar el resultado de las actividades que se realizan durante todo el año, se organiza La Fiesta Huasteca, la cual abre sus puertas a la participación de los huapangueros de toda la región. Se escoge una temática, por ejemplo la paz, el agua, la mujer, la tierra, etcétera. El tema sirve como pie para que los poetas y trovadores improvisen versos. Las actividades inician con un sabroso desayuno que ofrece la comunidad; desde las ocho de la mañana van llegando las cazuelas repletas de platillos propios del lugar: enchiladas de pipián, de chile seco y de ajonjolí; bocoles; hongos silvestres; zacahuil; jacubes con frijoles y cueritos de puerco; palmito con camarón, y una gran variedad de tamales. Mientras los invitados se deleitan con un rico café con piloncillo, la banda de viento anuncia que es tiempo para compartir. Este año la fiesta ha llegado a su emisión número 12 y tuvo como sedes Tepetzintla, Copaltitla y Tecomate.